domingo, 24 de enero de 2016

Los primeros 90 días de una autoridad universitaria


Nos encontramos culminando la primera etapa de la implementación de la Ley Universitaria en Perú, si bien los principios y lineamientos de la estrategia sobre los cuales se inspira dicha Ley son los adecuados, los mecanismos e instrumentos definidos – En especial la SUNEDU – requieren ser revisado para que la Ley cumpla con alcanzar que la Universidad cumple con su misión : Ofrecer saber superior.

Pero regresemos a esta primera etapa de la implementación de la ley que es la designación de  nuevas autoridades universitarias. A la fecha un importante número de universidades han elegido a sus autoridades por votación universal de los estudiantes y docentes han ejercido sus funciones o están culminando sus primeros 90 días de funciones.  Dicha elección refleja las aspiraciones de los integrantes de la comunidad universitaria – en especial los estudiantes – para lograr una mejor formación universitaria, mejorar sus condiciones de empleabilidad base de un futuro mejor.

¿ Cómo podemos saber si las nuevas autoridades universitarias van dar señales reales de un cambio acorde con las aspiraciones y expectativas que todos buscamos?.  Para ello me permito compartir estos 10 puntos sobre los cuales usted podrá medir si la nueva gestión universitaria sea a nivel de decano o de rector, está dando los pasos correctos.

1) Zapatero a sus Zapatos.-  salvo algunas honrosas excepciones, el bloque de docentes a tiempo completo que albergan las universidades tiene un bagaje concentrado en lo académico pero con una baja o nula experiencia empresarial. Por lo tanto, la jefatura de las diversas unidades de la Universidad o Facultad debe tener las siguientes consideraciones en la elección de sus equipos de trabajo:
1.a) Un comité de Asesores provenientes del sector empresarial.
1.b) Director o jefes de escuela profesional, profesionales con bagaje académico.
1.c) Unidades de Investigación, Emprendimiento o Postgrado, Profesionales con bagaje académico pero con un equipo consultivo de índole profesional.
1.d) Las unidades de producción de bienes y servicios de la Universidad o Facultad,  a cargo de Profesional con experiencia como jefes o gerentes en el sector empresarial.

2) Un equipo de proyectos orientados para trabajar los grandes cambios estructurales que requiere la institución universitaria. Es reconocida la falencia de la Universidad para ejecutar los presupuestos asignados considerando que se cumpla con los tiempos, costos y calidad necesarios en base a los objetivos de corto y mediano plazo que se requieran definir. Dicho equipo de conformados por los mejores docentes de cada facultad quien debe dar la perspectiva académica y las características de cada universidad y un equipo de profesionales provenientes del mundo empresarial que están habituados a trabajar en proyectos

3) Un equipo contralor, conformado por un profesionales con experiencia en el tema que permitan asegurar el uso eficiente de recursos, el cumplimiento de los proyectos y si su vez dichos proyectos permiten el cumplimiento de las objetivos para el cual fueron generados, los cuales deben estar alineados con los objetivos institucionales de corto, mediano y largo plazo. Dicho equipo contralor debe además,  velar por una gestión financiera transparente y eficaz.

4) Realizar un conjunto de medidas de corto plazo, muchas de las universidades adolecen deficiencias básicas en infraestructura, recursos educativos y calidad docente que deben ser rápidamente superados. Ustedes conocen cuáles son dichas deficiencias así que ya sabe lo que debe evaluar.

5) Realizar un plan operativo para trabajar su primer año de operaciones. La característica de la Universidad hace que el desarrollo de planes estratégico requiere de consensos y de plazos importantes. Mientras se trabaja el proceso de plan estratégico, se debe trabajar un plan operativo con 
plazos , responsables e indicadores claramente definidos.

6) Definir una base de objetivos e indicadores para la gestión universitaria, en relación con el punto anterior, muchos dirán ¿ Cómo podemos hacer conciliar un plan operativo sin aún no definimos el plan estratégico?.  Una alternativa adecuada es establecer indicadores sobre el cual se miden los ranking de las Universidades a nivel Latinoamericano y Mundial. El plan operativo deben estar alineados con dichos indicadores.

7) Repotenciar las organizaciones existentes en lugar de crear nuevas.  Un error conocido de cualquier nueva autoridad es crear nuevas organizaciones, sin cerrar aquellas que se consideran que no son las adecuadas.  Eso sólo generar más burocracias e ineficiencias. Por ello lo mejor es reestructurar o repotenciar las organizaciones existentes basados en objetivo y metas concretas.

8) Un Diagnóstico de la situación de la Universidad, en los 90 días las autoridades universitarias deben reportar la situación que han recibido y las acciones que se deben realizar para poder mejor dicha situación inicial. Dicho diagnóstico deben tener la profundidad necesaria de una Diagnóstico estratégico, base del Plan Estratégico.

9) Presentar el Plan de Proyecto para el desarrollo el plan estratégico orientado a una eficaz ejecución.  A los 90 días esperamos el plan de proyecto para el plan estratégico de la institución universitaria la cual debe ser realizada, revisada y aprobada en un plazo no mayor de 9 meses.  Si bien un plan estratégico debe significar un cambio de rumbo  por los nuevos perfiles profesionales o el propósito de la institución, ello no debe ser excusa para tener procesos de planeamiento extensos los cuales sólo terminarán en un documento presentable pero totalmente impráctico.


10) Una gestión basada en indicadores,  orientado a hacer un seguimiento periódico de cumplimiento de metas e indicadores. Otro error conocido en la gestión universitaria es listar una serie de acciones pero que sin estar atado a metas no nos permiten asegurar que estamos navegando en la dirección adecuada.  Por ello resulta importante la definición de objetivos e indicadores (ver punto 6) , los cuales deben ser reportados periódicamente a la comunidad universitaria a través de los canales como el Consejo de facultar o las redes sociales. Una gestión basada en indicadores reduce los populismos, permite si los proyectos e iniciativas están en la dirección adecuada y permite identificar los obstáculos que debemos ir superando.