Iniciamos una nueva sesión de clase, el
Ing. Benjamín Smith acaba de ingresa al aula cuando, una persona de aproximadamente
26 años se pone en la puerta y saluda amablemente:
“Ing. Smith, Buenos días, tal vez no se
acuerde de mí, soy Juan Carlos Bravo, fui
su estudiante en décimo ciclo hace 6 años”.
“Gusto de saber de ti, Juan Carlos”,
responde el Ing. Smith, ¿”Cómo estás?”.
“Muy bien Ingeniero, estoy dándome una
vuelta aprovechando mis vacaciones de la Maestría de que llevo en el Exterior,
las cuales he tomado luego de 3 años de trabajar en la Banca -comenta Juan Carlos- eso lo que hago para
evitar el síndrome del futbolista”.
El Ing. Smith sonríe ante el comentario de
Juan Carlos, los alumnos también.
Ing. Smith :“Juan
Carlos aprovechando tu visita”- , quería pedirte unos minutos para que, en base
a tu experiencia, nos des algunas recomendaciones para mejorar la formación de
nuestros estudiantes:”
“Con gusto
Ingeniero” - Juan Carlos toma asiento e
inicia sus cometarios - “lo primero que
le puedo decir es que la Escuela de Ingenieros debe seguir preparándonos para
resolver problemas de la vida real. Mientras más problemas de ingeniería uno
resuelva en la universidad es mucho mejor para mi desempeño laboral.En el
trabajo todos los días tenemos un reto que en la práctica es un problema que
debemos resolver”.
“Junto con el
tema anterior, la pasión por tu carrera se traduce en elegir aquello que te
gusta y donde tienes capacidades de un alto desempeño, uno no se amanece o le
pone empeño a algo que no le gusta”.
“Otro tema
importante “- continúa Juan Carlos – “es que la Escuela de Ingenieros mantenga
en todos los cursos, un alto nivel de presión en especial en los últimos
ciclos, mi experiencia dice que muchos de los temas que nos enseñan pueden ser
similares a otras universidades, pero la diferencia está en haber aplicado lo
enseñado a través de casos o trabajos prácticos los cuales se hagan en un
ambiente de presión busque lograr resultados concretos con alta calidad y en
plazos muy cortos, y eso es lo que las empresas quieren”.
“Otro punto
importante, en un mundo dónde rápidamente se crean nuevas tecnologías y
conocimientos, es tener una capacidad de autodidacta el cual considero que es un
elemento diferencial en el desempeño laboral. Una forma de valorar a un buen
profesional es cuando ante la pregunta:
¿Cónoces esta tema?, la respuesta sea : no lo conozco pero lo puedo
aprender en 3-5 días”.
“Además” –
continúa Juan Carlos – “la Escuela de Ingenieros debe mejorar la disciplina del
estudiante y eso se logra evaluando a los estudiantes todas las clases, mientras que en la Escuela nos evalúan cada 2
semanas o cada mes, en la Empresa nos evalúan todos los días”.
“El tema de disciplina, viene junto con el
tema de perseverancia y constancia, mientras en la Escuela nos podemos dar el
lujo de un día sacar 08 y otro día sacar un 18, en la Empresa debes sacarte 14
todos los días”
“En la maestría
que me encuentro estudiando”- continúa Juan Carlos- “he podido darme cuenta que
si bien los conocimientos son importantes, su aplicación en la empresa depende
de desarrollar en los estudiantes la actitud y la fortaleza emocional para
hacer frente a los retos y cambios empresariales, los cuales son la base para
la innovación, el emprendimiento y el liderazgo”.

“Mi comentario
final Ingeniero Smith”- finaliza Juan Carlos – “es pedirle que sea más exigente
con estos alumnos, si usted me ha exigido como 100 a ellos debes exigirle como
200, porque así suben las exigencias en el mercado laboral”
“Muchas Gracias
por tu aporte Juan Carlos” – comenta el Ingeniero Smith – “éxitos en tus nuevos
retos y desafíos”.
Mientras el Juan
Carlos se despide del Ingeniero Smith, él se voltea y nos dice “Nos vemos en la
próxima clase”.
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