lunes, 22 de octubre de 2012

EL SINDROME DEL FUTBOLISTA



Quinta sesión de clase, los alumnos conversan entre ellos por una nueva derrota de la selección nacional de futbol,  la desazón y la molestia se percibe en el ambiente cuando ingresa el Ing. Benjamín Smith al salón de clase.
La clase está en silencio, como ha ocurrido en la clase anterior, alumnos de 8vo – 9no ciclo se ubican a final del salón.
El Ing. Smith observa las caras de desazón de todo el grupo e inicia la clase con esta pregunta : ¿Algunos comentarios del partido de ayer?.
Las respuestas no hicieron esperar: 
¡¡Esos jugadores se olvidaron de sus orígenes y sólo piensan en  el dinero!!!.....¡Solo piensan en sus carros y en la juerga!....  ¡Carecen de actitud y amor a la camiseta!... ¡Esos jugadores no tienen ambición y no quieren llegar al mundial y se conforman con lo que tienen!!
“Permítanme decirles algo”, replica el Ing. Smith, “creo que muchos de nosotros tenemos las mismas falencias que criticamos de los futbolistas, aunque digamos que no es así creo que tenemos esas tipo de conductas las cuales yo llamo: EL SINDROME DEL FUTBOLISTA”.
Los alumnos se quedan atónitos ante la aseveración del Ing. Smith.
Ing. Smith: “Voy a darles varios ejemplos para sustentar que muchos de nosotros tenemos metido el SINDROME DEL FUTBOLISTA:”
“Decimos que los jugadores sólo piensan en sus carros pero cuando egresamos de la Universidad y con nuestros primeros ahorros compramos un carro en vez de usar ese dinero en nuestro perfeccionamiento profesional”.
“Decimos que los jugadores no se esfuerzan pero no tenemos reparo en matriculamos en cursos con cruce de horario, buscando sólo en aprobar más que aprender”.
“Decimos que no hacemos investigación, pero desaprovechamos 1 año de asesoría de tesis y luego buscamos titularnos con una opción más llevadera”.
“Decimos que tenemos que tenemos que tener una formación de clase mundial y debemos medirnos con nuestros pares de otros países, y sin embargo no participamos en los concursos internacionales para medir nuestras reales capacidades”.
 “Decimos que los jugadores no tiene amor a la camiseta, pero cuántos egresados dicen que no pueden ir a enseñar a la Escuela de Ingenieros aduciendo que están lejos, que ahora viven en San Isidro, pero cuando eran estudiantes vivían en Puente Piedra, Lurín o Villa el Salvador”.
“Decimos que los jugadores sólo piensan en el dinero pero cuando pedimos que algún egresado venga a dictar un curso, lo primero que preguntan si la paga es buena, cuando han recibido su educación de manera gratuita”.
“Decimos que debe mejorar la calidad de las Universidades, pero cuántos de nosotros estamos dispuestas a destinar algo de nuestro tiempo dictando un curso para mejorar la calidad de la Universidad”.
Todos los alumnos se quedan algo incómodos pero a la vez pensativos con lo mencionado en la clase.
“El último partido de fútbol de la selección”, continúa el Ing. Smith, “nos demostró que para llegar a un mundial de fútbol más que dinero  se necesita jugadores con mística y amor a la camiseta.  Creo que para ser un referente de ciencia y tecnología más que dinero se requiere alumnos y docentes comprometidos con su país y su profesión”.
“Eso es todo lo que les quiero compartir ahora”, finaliza el Ing. Smith, “nos vemos en la próxima clase”.

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2 comentarios:

  1. Excelente post...muy importante hacer de no olvidar de donde venimos y sobre todo inculcar que la inversión en nuestra educación es muy importante pues lo demás es una consecuencia.
    Felicitaciones!

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  2. Agradecemos mucho tu comentario la cual nos anima a seguir trabajando y compartiendo estos y otros temas con ustedes.

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