Quinta sesión de clase, los alumnos conversan
entre ellos por una nueva derrota de la selección nacional de futbol, la desazón y la molestia se percibe en el
ambiente cuando ingresa el Ing. Benjamín Smith al salón de clase.

El Ing. Smith observa las caras de desazón de
todo el grupo e inicia la clase con esta pregunta : ¿Algunos comentarios del
partido de ayer?.
Las respuestas no hicieron esperar:
¡¡Esos jugadores se olvidaron de sus orígenes
y sólo piensan en el dinero!!!.....¡Solo
piensan en sus carros y en la juerga!....
¡Carecen de actitud y amor a la camiseta!... ¡Esos jugadores no tienen
ambición y no quieren llegar al mundial y se conforman con lo que tienen!!
“Permítanme decirles algo”, replica el Ing.
Smith, “creo que muchos de nosotros tenemos las mismas falencias que criticamos
de los futbolistas, aunque digamos que no es así creo que tenemos esas tipo de
conductas las cuales yo llamo: EL SINDROME DEL FUTBOLISTA”.
Los alumnos se quedan atónitos ante la
aseveración del Ing. Smith.
Ing. Smith: “Voy a darles varios ejemplos para
sustentar que muchos de nosotros tenemos metido el SINDROME DEL FUTBOLISTA:”
“Decimos
que los jugadores sólo piensan en sus carros pero cuando egresamos de la
Universidad y con nuestros primeros ahorros compramos un carro en vez de usar
ese dinero en nuestro perfeccionamiento profesional”.
“Decimos
que los jugadores no se esfuerzan pero no tenemos reparo en matriculamos en
cursos con cruce de horario, buscando sólo en aprobar más que aprender”.
“Decimos
que no hacemos investigación, pero desaprovechamos 1 año de asesoría de tesis y
luego buscamos titularnos con una opción más llevadera”.
“Decimos
que tenemos que tenemos que tener una formación de clase mundial y debemos
medirnos con nuestros pares de otros países, y sin embargo no participamos en
los concursos internacionales para medir nuestras reales capacidades”.
“Decimos que los jugadores no tiene amor a la
camiseta, pero cuántos egresados dicen que no pueden ir a enseñar a la Escuela
de Ingenieros aduciendo que están lejos, que ahora viven en San Isidro, pero cuando
eran estudiantes vivían en Puente Piedra, Lurín o Villa el Salvador”.
“Decimos
que los jugadores sólo piensan en el dinero pero cuando pedimos que algún
egresado venga a dictar un curso, lo primero que preguntan si la paga es buena,
cuando han recibido su educación de manera gratuita”.
“Decimos
que debe mejorar la calidad de las Universidades, pero cuántos de nosotros
estamos dispuestas a destinar algo de nuestro tiempo dictando un curso para
mejorar la calidad de la Universidad”.
Todos los alumnos se quedan algo incómodos
pero a la vez pensativos con lo mencionado en la clase.
“El último partido de fútbol de la selección”,
continúa el Ing. Smith, “nos demostró que para llegar a un mundial de fútbol más
que dinero se necesita jugadores con
mística y amor a la camiseta. Creo que
para ser un referente de ciencia y tecnología más que dinero se requiere
alumnos y docentes comprometidos con su país y su profesión”.
“Eso es todo lo que les quiero compartir
ahora”, finaliza el Ing. Smith, “nos vemos en la próxima clase”.
Pd. Recuerda de participar del sorteo de 15 becas... visítanos en nuestro fanpage.
Excelente post...muy importante hacer de no olvidar de donde venimos y sobre todo inculcar que la inversión en nuestra educación es muy importante pues lo demás es una consecuencia.
ResponderEliminarFelicitaciones!
Agradecemos mucho tu comentario la cual nos anima a seguir trabajando y compartiendo estos y otros temas con ustedes.
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